. El profeta: una persona que representaba a Dios ante el hombre. Por lo tanto, el profeta ejercía:
1. Percepción retrospectiva. Conocía los secretos del pasado. Moisés habló de la creación del hombre, su caída, el diluvio universal y otros acontecimientos antiguos que ocurrieron siglos antes de que él mismo naciera en Egipto.
2. Perspicacia. Conocía los problemas y las necesidades del presente. Los profetas como Isaías, Amós, Joel, Jeremías y otros dieron a gran voz el mensaje de la ira de Dios por el pecado y la decadencia de su época.
3. Previsión. Conocía los secretos del futuro. Daniel habla de la tribulación por venir, y Ezequiel describe el glorioso milenio.
B. El sacerdote: una persona que representaba al hombre ante Dios.
1. Los requisitos para el sacerdote:
a. Debe ser tomado de entre los hombres, un hombre con compasión por otros hombres (véase He.5:1, 2).
b. Debe ser escogido por Dios (Nm.16:5; He.5:4).
c. Debe ser consagrado a Dios (Lv.21:6, 7).
C. El rey, una persona que reinaba por Dios.
1. Había de ser de la tribu de Judá (Gn.49:10).
2. Había de ser de la simiente de David (2S.7:8-17; Sal.89:3, 4).
El cumplimiento por Cristo en el Nuevo Testamento:
D. Cumplió con el oficio de profeta.
1. Este oficio le fue predicho por Moisés en Deuteronomio 18:18,19 (véase Jn.1:21).
2. Comenzó en el Río Jordán y terminó en el Calvario.
3. Fue reconocido como profeta. Véase Juan 4:19 (la mujer samaritana), Lucas 7:16 (el pueblo galileo), Mateo 21:11, Juan 7:40 (el pueblo de Jerusalén), Lucas 22:64 (sus enemigos), Lucas 24:19 (los discípulos en el camino de Emaús). Este es su ministerio pasado.

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